Maíz en México
El reconocimiento inicial de México como centro de origen del maíz fue hecho por Vavilov (1930); trabajos posteriores, en los cuales se han considerado tanto las evidencias arqueológicas como las botánicas disponibles, han confirmado tal aseveración (Smith, 2001). El hecho que adicionalmente, en México existan aproximadamente 60 razas catalogadas, lo convierte también en un centro de diversidad (Kato et al., 2009). Esta diversidad puede percibirse en gran cantidad de poblaciones nativas, cultivadas primordialmente por agricultores minifundistas, en las áreas temporaleras del país. Trabajos como el de Muñoz (2005) permiten tener una mejor idea de la magnitud de esta diversidad.
Respecto a la primera hipótesis, Soleri et al. (2006) exponen que desde la implementación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte, México ha importado de Estados Unidos de América, un promedio anual de 5.45 millones de toneladas métricas de maíz, que entre los años 2000 y 2003 incluyeron aproximadamente 500 billones de granos de maíz Bt blanco para alimento. Agregan que en entrevistas con agricultores de cuatro comunidades oaxaqueñas, 23% (39 de 169) de aquellos que obtuvieron maíz externo para comer, también sembraron una parte, y que 8% (13 de 169) habían sembrado maíz de las tiendas gubernamentales; 100% de estos últimos dijo que el grano había producido polen.
En un trabajo conducido a nivel nacional, Dyer et al. (2009) encontraron que entre 1997 y 2001, casi 3% de los agricultores mexicanos contactados (1 765), sembró maíz obtenido de Diconsa (la red pública minorista) al menos una vez durante el período mencionado, aunque sólo 0.5% de los lotes de semilla sembrados en 2002 provino de tal fuente.
La Mixteca Poblana se ubica en la porción suroeste del estado de Puebla, integra a 57 municipios y ocupa una superficie total de 8 021 km 2 . La precipitación media anual en la región es de 600 mm y los suelos son de origen calcáreo y poco profundos, predominando los cambisoles (De la Rosa et al., 2006). Muñoz (2005) consigna que en esta región la sequía es el problema más grave, y que es resultado de las lluvias escasas y variables (el coeficiente de variación llega a superar 50%) y de los suelos someros y pedregosos que retienen poca agua. Ello ocasiona que los rendimientos de maíz sean bajos, como lo evidencia el rendimiento promedio de tal cultivo bajo temporal en el Distrito de Desarrollo Rural (DDR) de Izúcar, que entre 2006 y 2009 fue de 740 kg ha- 1 , y siempre existe la posibilidad de siniestros, como ocurrió en 2005, en el cual 38% de los municipios del DDR sufrió pérdidas totales (SIAP, 2010), lo cual ocasiona la pérdida de las variedades cultivadas y obliga a la búsqueda de otras semillas para siembra.
Los granos de maíz obtenidos de las tiendas Diconsa de La Mixteca Poblana, fueron capaces de originar plantas viables y de alcanzar las etapas de floración y madurez de cosecha, bajo las condiciones ambientales de la región mencionada. Las poblaciones de plantas derivadas del grano de maíz obtenido en las tiendas Diconsa, constituyeron un conjunto diferenciable morfológica y agronómicamente de las poblaciones nativas cultivadas en la mixteca poblana; no obstante, las primeras llegaron a la producción de polen.
Hubo traslape entre los periodos de floración de los materiales introducidos y las poblaciones nativas de maíz, por lo que la posibilidad de flujo génico entre ambos conjuntos de poblaciones existe. El flujo génico entre materiales introducidos y poblaciones nativas puede ocurrir de dos formas: vía inflorescencias femeninas de poblaciones nativas fecundadas por polen de materiales introducidos, o vía flores femeninas de materiales introducidos polinizados por polen de poblaciones nativas. En ambos casos se tendrán mazorcas con presencia de genes foráneos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario